Hemos seguido el ciclo de las mariposas, su metamorfosis. Nos iniciamos con unos huevos que nos mandó Leizu (una niña china), junto con una carta que nos pedía que los cuidáramos. Leímos muchísima información sobre éstos y aprendimos cómo tendríamos que cuidarlos, así que en cuanto comenzaron a nacer comenzaron también nuestras tareas de cuidadores y cuidadoras.
Además la seño nos trajo también otros gusanos más grandes, para que nos diera tiempo a ver toda la metamorfosis. Así que los gusanitos hicieron la crisálida o capullo, se metieron en él y se transformaron en mariposas. Las mariposas se jutaron por el culito y después pusieron los huevos. ¡Estos nuevos gusanitos no nacerán hasta la próxima primavera!
Hemos hecho un gran trabajo cuidándolos y aprendiendo muchísimas cosas de ellos. Pero... llegan las malas noticias, una vez que las mariposas ponen los huevos, a los pocos días se mueren. Así que nuestras mariposas se murieron y decidimos hacerles un entierro.
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