En el día de Andalucía hemos contado este cuento tan lindo, y que además nos viene estupendo porque sale... ¡una bruja!
ROSALÍA, LA FLOR DE ANDALUCÍA
Un día Pepón
le preguntó a su abuelo:
-Abuelo ¿Cómo nació Andalucía?
Su abuelo que lo sabía todo le contestó:
-Hace mucho, mucho tiempo, cuando las brujas vivían en la tierra, no como ahora que sólo viven en los cuentos, que una de ellas, una bruja de nariz larga y ojos pequeños, con la cara llena de verrugas, era la dueña y señora de un gran trozo de tierra.
Todo allí tenía que ser triste, sin colores, porque esto es lo que les gustaba a las brujas y con su magia potagia y su escoba voladora destruía cualquier flor que pudiese salir y sobre todo la hierba, porque el verde era el color que menos le gustaba.
Vuela que te vuela recorría la tierra montada en su escoba y cuando veía que asomaba una flor o una pequeña hojita ¡zas!, un escobazo y no quedaba nada.
Es por esto que ninguna flor se atrevía a salir y se escondían todas muy asustadas en una cueva debajo de la tierra.
Pero las brujas no pueden estar todo el tiempo vigilando la tierra, tienen que hacer otras cosas de brujas, como preparar pociones mágicas o ir a la peluquería a que les enreden el pelo y se lo despeinen, así que cuando esta bruja se iba a hacer sus cosas, dejaba en su tierra a un gran toro, porque ya sabes que a los toros les gusta mucho comerse las flores y la hierba. Así que nada, ni cuando se íba la bruja las flores podían asomarse, porque si se atrevían a asomar un pétalo ¡ÑAM,ÑAM!, el toro se las comía.
Hasta
que un buen día, en aquella oscura cueva a la que nunca llegaban los
rayos del sol, nació una pequeña flor a la que le pusieron el nombre de
Rosalía.-Abuelo ¿Cómo nació Andalucía?
Su abuelo que lo sabía todo le contestó:
-Hace mucho, mucho tiempo, cuando las brujas vivían en la tierra, no como ahora que sólo viven en los cuentos, que una de ellas, una bruja de nariz larga y ojos pequeños, con la cara llena de verrugas, era la dueña y señora de un gran trozo de tierra.
Todo allí tenía que ser triste, sin colores, porque esto es lo que les gustaba a las brujas y con su magia potagia y su escoba voladora destruía cualquier flor que pudiese salir y sobre todo la hierba, porque el verde era el color que menos le gustaba.
Vuela que te vuela recorría la tierra montada en su escoba y cuando veía que asomaba una flor o una pequeña hojita ¡zas!, un escobazo y no quedaba nada.
Es por esto que ninguna flor se atrevía a salir y se escondían todas muy asustadas en una cueva debajo de la tierra.
Pero las brujas no pueden estar todo el tiempo vigilando la tierra, tienen que hacer otras cosas de brujas, como preparar pociones mágicas o ir a la peluquería a que les enreden el pelo y se lo despeinen, así que cuando esta bruja se iba a hacer sus cosas, dejaba en su tierra a un gran toro, porque ya sabes que a los toros les gusta mucho comerse las flores y la hierba. Así que nada, ni cuando se íba la bruja las flores podían asomarse, porque si se atrevían a asomar un pétalo ¡ÑAM,ÑAM!, el toro se las comía.
Poco tiempo tardó Rosalía en darse cuenta de que aquella
cueva no le gustaba nada, y como era muy valiente y muy curiosa decidió,
sin que nadie se diese cuenta, salir de la cueva y ver cómo era aquella
malvada bruja de la que todos hablaban. Así que muy despacio, salió de
la cueva, esperó a que el toro se diese la vuelta y se asomó.
Lo que vio la dejó maravillada, porque no vio a la malvada bruja, ni mucho menos, lo que vio fue un precioso cielo azul mucho más bonito que el feo techo negro de la cueva, y un montón de manchas blancas, tan blancas como ella y el resto de las flores, que flotaban en el cielo, y aunque ella no sabía lo que eran, tu sí seguro que sí, .... eran las nubes. Y respiró el aire limpio y fresco y ... lo mejor de todo, sintió un calorcito muy agradable cuando los rayos del sol la tocaron; sobre todo después del frío que hacía en la cueva.
Bajó corriendo a la cueva y les contó a sus amigas lo que había visto. Les dijo que no podían seguir viviendo en esa cueva y que había que hacer algo para disfrutar de todas las maravillas que había en la tierra. Las flores mayores murmuraban, las flores jóvenes gritaban y las flores pequeñas solo jugaban.
Así que todas se pusieron a pensar, a pensar, y a pensar y de pronto ¡PIN! A Rosalía se le ocurrió una idea y les dijo: ¿por qué no salimos todas juntas, a la vez, de la cueva?. Así la bruja no podrá destruirnos a todas con su escoba. Seguro que se cansa de dar escobazos y nos deja en paz.
Fue así como el día, 28 de Febrero, todas las flores se juntaron para salir a la vez, llenando toda la tierra en las que hasta entonces no había vivido nadie.
La bruja, que odiaba a las flores, al ver tantas, se puso malísima del disgusto, porque sabía que tardaría muchos años en barrerlas a todas, así que se montó en su escoba y se fue a buscar otra tierra triste y fea en la que vivir.
Las flores blancas y la hierba verde hacían que aquella tierra fuese realmente bella.
Era tan hermosa que hasta el arco iris decidió quedarse a vivir allí y regaló sus colores a todas las flores.
A partir de entonces, aquella tierra triste, se convirtió en una tierra muy alegre a la que mucha gente quiso ir a vivir.Por ello, cada 28 de Febrero se celebra el día en que salieron las flores y crearon aquella tierra a la que pusieron el nombre de Andalucía.
Lo que vio la dejó maravillada, porque no vio a la malvada bruja, ni mucho menos, lo que vio fue un precioso cielo azul mucho más bonito que el feo techo negro de la cueva, y un montón de manchas blancas, tan blancas como ella y el resto de las flores, que flotaban en el cielo, y aunque ella no sabía lo que eran, tu sí seguro que sí, .... eran las nubes. Y respiró el aire limpio y fresco y ... lo mejor de todo, sintió un calorcito muy agradable cuando los rayos del sol la tocaron; sobre todo después del frío que hacía en la cueva.
Bajó corriendo a la cueva y les contó a sus amigas lo que había visto. Les dijo que no podían seguir viviendo en esa cueva y que había que hacer algo para disfrutar de todas las maravillas que había en la tierra. Las flores mayores murmuraban, las flores jóvenes gritaban y las flores pequeñas solo jugaban.
Así que todas se pusieron a pensar, a pensar, y a pensar y de pronto ¡PIN! A Rosalía se le ocurrió una idea y les dijo: ¿por qué no salimos todas juntas, a la vez, de la cueva?. Así la bruja no podrá destruirnos a todas con su escoba. Seguro que se cansa de dar escobazos y nos deja en paz.
Fue así como el día, 28 de Febrero, todas las flores se juntaron para salir a la vez, llenando toda la tierra en las que hasta entonces no había vivido nadie.
La bruja, que odiaba a las flores, al ver tantas, se puso malísima del disgusto, porque sabía que tardaría muchos años en barrerlas a todas, así que se montó en su escoba y se fue a buscar otra tierra triste y fea en la que vivir.
Las flores blancas y la hierba verde hacían que aquella tierra fuese realmente bella.
Era tan hermosa que hasta el arco iris decidió quedarse a vivir allí y regaló sus colores a todas las flores.
A partir de entonces, aquella tierra triste, se convirtió en una tierra muy alegre a la que mucha gente quiso ir a vivir.Por ello, cada 28 de Febrero se celebra el día en que salieron las flores y crearon aquella tierra a la que pusieron el nombre de Andalucía.
2 comentarios:
Qué lindo está quedando el rincón y la escoba voladora, muy original. Me ha gustado bastante el tratamiento del proyecto sobre las brujas.Saludos y un beso desde viaja por tu aula.
La verdad es que los peques se lo están pasando genial, además esta semana van a venir algunas mamás a hacer unas pócimas mágicas, unas caretas... con lo que los niños y niñas se lo van a pasar estupendamente. Un besazo guapísima
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